Carlos Fernando Galán: el nuevo alcalde de Bogotá – Bogotá en español

Una semana antes del cierre de su campaña, al final del domingo por la tarde, de camino hacia su casa, Carlos Fernando Galán pausó su conversación con su hija Julieta, de 10 años. Ella lo miró a los ojos, se miró las manos y giró su cabeza hacia la calle. Le dijo de forma firme que algo le causaba impresión: «Hace un mes no todas las personas me recibían los volantes, ahora todos me lo reciben, quiere decir que vamos bien». Él la miró y le causó sorpresa. «Tienes razón, vamos bien», le dijo.

(En vivo: Carlos Fernando Galán, nuevo alcalde de Bogotá)

Esa imagen le recordó a Carlos Fernando, de 46 años, las veces en que como niño viajó por más de 500 municipios del país acompañando la campaña presidencial de su padre Luis Carlos Galán Sarmiento, el candidato que fue asesinado el 18 de agosto de 1989 en medio de un evento público en Soacha, Cundinamarca. Esta fue la tercera vez que buscó llegar a la Alcaldía de Bogotá. Y lo logró. «Siempre he querido ser alcalde», asegura. «Ahora sí», se lee en uno de los afiches de su campaña.

En 2011 obtuvo 285.263 votos y la carrera la ganó el hoy presidente Gustavo Petro. En 2019 obtuvo 1’022.362 votos, casi cuatro veces más de lo que obtuvo ocho años atrás y rozó la posibilidad de llegar al Palacio Liévano; fue superado por la actual alcaldesa Claudia López, quien obtuvo 1’108.541. La diferencia fue de menos del 3 por ciento. Este año el panorama fue diferente. El candidato del partido Nuevo Liberalismo ganó las elecciones con más de un millón de votos, según el último boletín de la Registraduría.

«Siento más apoyo que hace cuatro años, sobre todo un apoyo más decidido. La gente está muy firme y eso me anima mucho, sobre todo porque insisto en hablarles con verdad y franqueza», dijo días antes en diálogo con EL TIEMPO. Las encuestas de los últimos dos meses lo habían puesto en primer lugar y las de la última semana lo ratificaron como el vencedor en primera vuelta. Sin embargo, siempre se mostró prudente. «Las encuestas son tendencias y aún no hemos ganado, no nos podemos confiar», puntualizó.

Su rutina comienza a las 5 de la mañana. Se despierta y se prepara para salir. Intercambia palabras y reflexiones con su esposa Carolina Deik, reconocida académica y abogada con quien está desde hace más de 15 años. «Es mi coequipera, es la que tiene más criterio y me aterriza, me ayuda y es mi bastión de confianza», cuenta. Después saluda y se despide de sus hijos, Juan Pablo, de 4 años, quien nació en la recta final de la campaña a la Alcaldía del 2019, y de Julieta, de 10, quien también presenció esa contienda electoral. «Ellos son mi vida». Y lo son. Carlos Fernando no es un hombre que llore mucho, pero las dos veces que su esposa le contó la noticia que iba a ser papá, lloró. De felicidad. «Se quedaba callado y me miraba, pero era una mirada de amor», recuerda Carolina. «Como padre es un encanto, es un espectáculo, y ama profundamente a sus hijos», sigue.

A las 6 de la mañana llega a alguna calle de algún barrio de Bogotá para repartir volantes. Es fácil notarlo porque siempre usa una chaqueta roja -tenía seis en su armario, pero una se le perdió-, es alto, de más de 180 centímetros, y de barba tupida. Y su voz es fuerte y profunda. Antes, a esa hora, solía salir a trotar. Este año corrió cuatro medias maratones y se preparó a diario durante un año. «Ahora el ritmo no me permite hacerlo, aunque he subido siete veces a Monserrate», aclara. La última vez fue el 8 de septiembre. Durante dos horas en la hora pico de la mañana recorre calles y hasta centros comerciales. Se les acerca a las personas. Las escucha. Les deja que le pregunten lo que quieran. «Esa es su mayor virtud, que escucha», dice su esposa. Y en eso coinciden quienes lo conocen. «Siempre oye y escucha», cuenta Juan David Aristizábal, emprendedor y líder en educación y tecnología, quien se sumó al ‘Expreso Galán’, una sede móvil que se convirtió en el camión de los apoyos para su actual campaña. «Se deja asesorar y eso en política es fundamental», detalla Philipp Wodak, secretario general del partido. «Es una persona que escucha con mucho respeto, incluso a sus detractores y a quienes están en desacuerdo con él. Es alguien que entiende que solo a través de la escucha de lo diferente es que se aprende y se avanza», coincide Sandra Borda, la reconocida politóloga, internacionalista y profesora e investigadora de la Universidad de los Andes, quien formó parte de la lista del Nuevo Liberalismo al Senado en 2022.

Esas elecciones legislativas fueron un «duro golpe» para Carlos Fernando y para su partido, el que presidió su padre hace cuatro décadas y el que hoy preside su hermano mayor, el exsenador Juan Manuel Galán. Obtuvieron solo una curul en la Cámara de Representantes con Julia Miranda Londoño, exdirectora de Parques Nacionales Naturales. «Nos afectó a todos y a la familia, pero nos dio tiempo para pensar», señala.

Su día transcurre en medio de entrevistas con medios, debates, invitaciones de empresarios que aportan a su campaña y reuniones con líderes políticos. «Todo ha sido público y se comenta a través de mis redes sociales», agrega. Son jornadas maratónicas. «Ahora también hay que sacarle tiempo a TikTok, que hace cuatro años no existía, y a todo el mayor contenido digital posible», precisa y reconoce que las campañas se han transformado. Durante la campaña se reunió con tiktokers que decidieron respaldarlo de forma voluntaria. «Entre todos suman más de 4 millones de seguidores en alcance», dice.

En total, Carlos Fernando Galán ha disputado cinco campañas electorales, tres para la Alcaldía de Bogotá, una para el Concejo de Bogotá y otra para el Senado. Es el menor de los hijos de Luis Carlos Galán y Gloria Pachón. De su padre heredó la perseverancia y entusiasmo por la política y, de su madre, el interés periodístico. Su primaria la cursó en el Instituto Pedagógico Nacional, un colegio público de Bogotá. Tras el asesinato de su padre, se fue a vivir a Francia con su familia cuando tenía 12 años, país en el que cursó el bachillerato en otro colegio público.

Se graduó de la Universidad de Georgetown como profesional en Servicio Exterior con énfasis en Economía Internacional. Después, hizo una especialización en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos en la Universidad Externado de Colombia y realizó estudios de posgrado en Asuntos Internacionales en la Universidad de Columbia. También tiene una maestría en administración pública de la Universidad de Nueva York. El periodismo acaparó su primera gran parte de trayectoria profesional. Fue corresponsal de la revista Semana en Washington, redactor de Cambio y editor político de EL TIEMPO, donde formó parte del equipo ganador del Premio Nacional de Periodismo del Círculo de Periodistas de Bogotá en 2007 por las investigaciones sobre parapolítica. Ese año fue elegido Concejal de Bogotá por el partido Cambio Radical con la votación más alta en la historia de esa corpor

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