Hay frases que no se dicen por decir. Se dicen cuando uno sabe lo que ha costado llegar hasta aquí. Y Achraf Hakimi lo sabe. En la antesala del Mundial de Clubes, con un PSG que ahora está solo dos partidos de cerrar una temporada soñada, el lateral lanzó una declaración que no sonaba a arrogancia, sino a verdad: „Es una bonita responsabilidad ser favoritos. Nos la merecemos. Nos la hemos ganado“.
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No siempre fueron favoritos. No siempre fueron respetados. Es un resumen de una temporada en la que el PSG se reinventó. Bajo la mirada firme de Luis Enrique, el club parisino encontró lo que tanto buscaba tras la marcha de Mbappé: equilibrio, identidad y unidad. Ya no son solo figuras brillantes; son un equipo que juega casi de memoria y defiende con orgullo. Un bloque indestructible que ha aprendido a sufrir y a ganar… y que ahora avisa al Real Madrid.
Un respeto ganado en el césped
Llega con el respeto de todos. Y como dice Hakimi, ese respeto ahora es inevitable: „Después de lo que hemos hecho este año, los equipos nos van a respetar más“. Ese respeto, que no se exige, sino que se conquista, empieza a notarse incluso en la voz de los rivales. Incluso el Real Madrid lo reconoce. Lo dice su portero, Thibaut Courtois, con la serenidad de quien ha vivido muchos duelos grandes: „Es un partido único, 50/50. Tenemos muchos madridistas aquí y parece que jugamos en casa. Pero bueno, como el actual campeón de la Champions es el PSG se le puede dar un porcentaje más alto, pero nosotros hemos venido aquí a ganar„, asegura.
Desde pequeñito empecé como delantero y eso nunca se olvida. El entrenador me da una libertad que me hace bien
El escenario está servido: el PSG llega con galones, pero también con la presión de confirmar su estatus. El respeto, como dice Hakimi, ya lo tienen. Ahora les tocará defenderlo en el campo frente a un Real Madrid que quiere hacer historia conquistando el primer Mundial de Clubes. Así las cosas, el destino vuelve a cruzar sus caminos para reencontrase con el club que lo vio crecer. Se fue en 2018 siendo apenas un niño lleno de sueños, y ahora vuelven a verse las caras como uno de los mejores laterales del mundo. En las semifinales del Mundial de Clubes, no será solo un partido: será un viaje emocional al pasado, una prueba de cuánto ha crecido y lo lejos que ha llegado.
Nadie mejor que Hakimi
La temporada de Achraf Hakimi es, simplemente, espectacular. El lateral marroquí se ha consolidado como una de las piezas clave en su equipo, destacando tanto en labores defensivas como en sus incorporaciones ofensivas. Su velocidad, inteligencia táctica y capacidad para desequilibrar por banda lo han convertido en uno de los jugadores más determinantes del curso. „El entrenador me da una libertad que me hace bien y eso es gracias al míster. Me ha hecho mejorar bastante, me ha aportado un nivel de juego que antes no tenía en mi cabeza y en eso me ha ayudado„, confiesa.
Más allá de sus números, Achraf transmite confianza y seguridad cada vez que entra en acción. Su rendimiento no es fruto de la casualidad, sino de una evolución constante que lo sigue manteniendo entre los mejores en su posición. En las arcas blancas dejó 45 millones, que ahora muchos piensan, viendo su rendimiento, que fue muy poco.
Mbappé junto a Hakimi durante su etapa en el PSG.
Con la asistencia que dio a Ousmane Dembélé para sentenciar (2-0) el pase a la semifinal del Mundial de Clubes ante el Bayern alcanzó 26 participaciones directas en goles en la temporada 2024-25 entre goles (11) y asistencias (15). Unas cifras que se han convertido en un récord histórico para un defensa. El anterior récord de contribuciones directas llevaba la firma de Dani Alves, que en el Barça 2010-11 de Pep Guardiola marcó 4 goles y dio 11 asistencias. „Desde pequeñito empecé como delantero y eso nunca se olvida. Cuando estás dentro del área, lo sientes y lo hueles. Y me gusta disfrutar en ese aspecto“, confesó después de inventarse una jugada que sentenció el partido.
Mbappé es mi amigo, pero cada uno defiende lo suyo
Un partido que le hará reencontrarse con Mbappé, cuya amistad forjada durante años en el PSG sigue intacta. En París se hicieron casi inseparables, labrando una amistad que no han dudado en mostrar a todos a través de redes sociales. Viajes juntos, partidos de pádel… hasta volver a verse en un terreno de juego. „Mbappé es mi amigo, pero cada uno defiende lo suyo“, sentencia el lateral.